lunes, 15 de julio de 2019

LA EDUCACIÓN PRIMITIVA

LA EDUCACIÓN DE LOS PUEBLOS PRIMITIVOS

Esencialmente era una educación natural, espontánea, inconsciente, adquirida por la convivencia de padres e hijos, adultos y menores. Bajo la influencia o dirección de los mayores, el ser juvenil aprendía las técnicas elementales necesarias para su vida: la caza, la pesca, el pastoreo, la agricultura y las faenas domésticas.
Se trata, de una educación por imitación, o por co- participación en las actividades vitales. Así aprende también los usos y costumbres de la tribu, sus cantos y danzas, sus misterios y ritos, el uso de las armas y sobre todo el lenguaje, que constituye su mayor instrumento educativo.
La educación de los pueblos primitivos se puede dividir en las dos grandes etapas: la del hombre cazador y la del hombre agricultor.
Educación de los pueblos primitivos

HOMBRE CAZADOR.-  En los pueblos cazadores, los procedimientos para la educación o mejor para la crianza de los hijos son muy laxos, dejándoles en gran libertad. En ellos se cultivan ciertas cualidades personales, particularmente la destreza física y la resistencia o endurecimiento respecto al dolor y al clima. En este período primitivo, en la edad paleolítica, es cuando se realizan las pinturas y dibujos rupestres más notables, como las citadas de Altamira, que debían requerir un serio aprendizaje, ya que no es fácil llevarlas a cabo espontáneamente.


HOMBRE AGRICULTOR: Las faenas agrícolas y ganaderas requieren un orden, una normalidad y estabilidad que no poseen los grupos cazadores. La generación joven tiene que aprender los fenómenos meteorológicos, el cultivo de las plantas, el cuidado de los animales. Al ocupar la madre un lugar más importante en la vida de la familia y del clan, es de suponer que tuviera mayor influencia sobre sus hijos.


De esta educación espontánea, general, hay en los pueblos primitivos una forma intencional de educación, que constituye la llamada iniciación de los efebos. Mediante ella, los jóvenes reciben alejados de las familias y los clanes, en lugares apartados, un entrenamiento muy riguroso para iniciarlos en los misterios del clan y prepararlos para las actividades guerreras.
Es también probable que en esta etapa hubiera un comienzo de educación profesional en los grupos de oficios relacionados con la herrería y la confección de armas como se ha dicho.


Texto tomado de: Historia de la Educación y la Pedagogía, de Lorenzo Luzuriaga.Página N°18 Transcrito por el Profesor y abogado Dr.  David Torruella Placencia

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